Nuestra historia comienza en casa, bordábamos artesanalmente hasta que el
26 de marzo de 1999
decidimos abrir una mercería, en la que
impartíamos clases de bordado.
Con el paso del tiempo la demanda fue aumentando y decidimos actualizarnos, modernizamos nuestra forma de bordado e implantamos el
‘picaje’
digital.
Hoy en día somos una
empresa familiar dedicada al bordado comercial, grandes empresas y festividades; como también al bordado artesanal (ocasiones especiales).